VINOS AÑEJOS

Son los vinos de las grandes ligas; donde los tres factores fundamentales como la calidad de la uva, un clima y suelos especiales y la habilidad y el talento del enólogo, juegan un papel importantísimo en la elaboración de los grandes vinos, para lograr el equilibrio perfecto.
Bajo esta premisa, los vinos añejos o de crianza son aquellos que han madurado y “envejecido” por un tiempo controlado (pueden ser varios años, dependiendo del tipo de vino a elaborar) en las famosas barricas de roble francés o americano y otro tanto en botella para lograr el clímax deseado. Es difícil establecer plazos determinados para el vino, eso dependerá de la mano del enólogo, pues ellos son los encargados de hacer que la fermentación haga lo suyo y la oxigenación y reposo en botella termine de elaborar este jugo de los dioses.
Normalmente estos vinos se dividen en los llamados, Crianza, Reserva y Gran Reserva.
Crianza: Son aquellos que tienen como mínimo seis meses en madera y hasta dos años en botella. Por lo tanto, Crianza serán todos aquellos vinos que tienen un año en madera y otro en botella como el que tiene 18 meses en madera y 6 en botella.
Reserva: Esos son lo que tienen como mínimo de un año en madera y hasta tres años en botella.
Gran Reserva: Aquí están los que tienen mínimo dos años en barrica y hasta cinco en botella.
Esto vinos pueden guardarse en casa varios años más (en condiciones adecuadas), pues muchos de estos vinos experimentan una evolución sorprendente logrando aromas complejos, con los taninos en su máxima expresión y un cuerpo de maravilla. Así es como se hacen las verdaderas obras de arte. (Omar.Z.V.)

VINOS JÓVENES

Hace un poco más de una década, hablar de un vino joven, era para referirse a esos vinos de mala calidad, que se fabricaban de las peores cepas de uvas y que se vendían a bajos precios.
¿Quién no se ha emborrachado feliz con uno de esos “ladrillos” (vinos en caja)? En efecto, algunas bodegas mezclaban cepas sin mayor cuidado y sacaban una producción de vinos baratos y de calidades inferiores; sin embargo el gusto por lo natural y el hecho que los productores hayan mejorado considerablemente la producción de vinos jóvenes, ha dado un vuelco importante a esta costumbre.
Hoy podemos encontrar vinos jóvenes de gran factura, cuyos aromas florales y frutales nos envuelven cuando los bebemos. Es importante precisar que los vinos jóvenes son aquellos que se envasan sin haber pasado por barricas de roble; es por esa misma razón que estos vinos hay que consumirlos durante los primeros dos o tres años después de la fecha de la cosecha. Pasados estos años, el vino decae y pierde su frescura.
Un dato curioso es el detalle que tienen los franceses que son los pioneros en la elaboración del "beaujolais", (zona al sur este de París, cerca de Lyon) un extraordinario vino joven que se ha convertido en un verdadero éxito comercial y que los franceses se pelean la producción anual cada vez que sale al mercado.
Es importante agregar que los mejores jóvenes están en los vinos blancos y rosados; sin desmerecer a los tintos que cada vez logran buenos resultados, según la calidad de las cepas de una zona y uva determinada. (Omar Z.V.)

UNA “CAVA” EN CASA

Cuando hablamos de cómo guardar los vinos en casa, imaginamos que para ello deberíamos tener una cava, es decir, un sótano abovedado oscuro y polvoriento donde se guardan los más preciados vinos para beberlos en las grandes ocasiones.
En realidad si viviéramos en Europa y tuviéramos todo el dinero del mundo, pues sería el ideal; pero no es necesaria tanta maravilla, tan sólo hay que crear ciertas condiciones para almacenar nuestras botellas, tomando en cuenta siempre que los vinos no son para coleccionar, sino para beberlos.
Existen en el mercado cavas climatizadas con capacidad de hasta 24 botellas; que en realidad son una excelente alternativa, pero no siempre se pueden conseguir, por lo que aquí le sugerimos algunas alternativas sencillas y de bajo costo.
Lo primero que debemos hacer es buscar un lugar poco iluminado, donde la temperatura ambiente sea estable (nunca la cocina, por ejemplo), y alejado de los ruidos que generen vibraciones, ya que el vino debe permanecer en reposo absoluto para evitar que se altere.
Es por ello que no es recomendable ponerlos debajo de un mueble donde haya un equipo de sonido, pues las vibraciones de los amplificadores pueden afectar el contenido de una botella; ni tampoco cerca de una lámpara o a un ventanal, recuerden que debemos evitar que la luz y las corrientes de aire le den directamente a la botella de vino.
De modo que un lugar adecuado es debajo de la escalera que generalmente es fresco, otros prefieren el guardarropa o en el closet es un buen lugar; aunque también pueden ponerlos debajo de la cama, donde siempre hay poca iluminación y la humedad se mantiene entre el 70%.
Como el vino es muy sensible a los olores, se recomienda jamás guardarlos cerca de disolventes o productos químicos que puedan alterar los contenidos. Tenga en cuenta siempre que los vinos se guardan echados y preferiblemente en botelleros de madera y nunca en cajas de cartón, por la humedad que almacena.