lunes, setiembre 12, 2005


EL SACACORCHOS

Durante años se han buscado mecanismos para sacar los corchos de las botellas de vino, desde el uso del cortaplumas de la antigüedad que operaba bajo el principio de la destrucción total del corcho, hasta los más sofisticados que hoy se encuentra en el mercado y que nos permiten extraer el tapón sin esfuerzo.
Y bueno, aunque el mejor sacacorchos es aquel que en efecto nos simplifique la vida y nos permita sacar el corcho sin esfuerzo, pues existe una gran variedad de modelos, tamaños y colores que se adecuan a los más rebuscados deseos.
Lo importante es que podamos retirar el corcho de la botella de manera impecable, limpio y sin que deje restos flotando en el vino; pues de lo contrario tendríamos que tamizar el contenido para evitar servir pedazos de corcho en las copas.
Ahora los hay de diversos materiales y de varios tipos: de espiral, de palanca, de pared, de madera y los tradicionales tirabuzones manuales que requieren de cierto esfuerzo. Estos últimos en realidad ya están fuera de uso, porque obligaba al usuario a poner la botella entre las piernas para hacer fuerza a la hora de retirar el tapón y eso agitaba el contenido innecesariamente.
Ahora podemos encontrar un sistema que inyecta oxígeno a presión a través de una finísima cañita que se introduce delicadamente entre el pico de la botella y el corcho, haciendo que el tapón salga suavemente y sin nada de esfuerzo. Claro, el costo también es elevado.
Sin embargo, los sacacorchos de palanca son los que más se han difundido entre los interesados en el vino, y cuyo diseño y estructura ha sufrido modificaciones para mejorar su función.
Un consejito, si por alguna razón se parte le corcho y queda la mitad en el pico de la botella, introduzca el sacacorchos de manera perpendicular, suavemente y luego retire con cuidado lo que queda del corcho. (Omar Z.V.)

Peru Blogs