La tradicional bodega chilena Undurraga, con más de 120 años en el mercado y luego de una importante ausencia en nuestro medio, vuelve recargada con nuevos productos de gran calidad, gracias a una reingeniería hecha al interior de la empresa hace ya un año, en que el accionariado cambió de propietarios y el empresario José Yuraszeck decidió invertir en nuevas tierras y nuevos horizontes.
Para presentarnos su nueva línea, estuvo entre nosotros el enólogo chileno Hernán Amenábar, quien hizo gala de su carisma para disfrutar una cena maridaje en el excelente restaurante José Antonio de Chacarilla. Allí estuvimos un grupo de periodistas invitados por la directora del Instituto del Vino, Soledad Marroquín, para catar cuatro vinos Undurraga.
Empezamos con un Sauvignon Blanc, cosecha 2006 "Aliwen", un vino joven, refrescante, con notas verdes y con una acidez controlada. Un vino que marida muy bien con unas brochetas de pescado.
Luego catamos un varietal blanco Reserva, proveniente de los viñedos de Chardonnay del fundo Santa Ana del valle de Maipo, que nos regala un amarillo intenso en vista y una explosión de aromas afrutados, que le dan esos 7 meses en barricas de roble francés y americano. Ideal para maridarlo con algún arroz de mariscos o un pescado en salsa blanca.
De fondo estuvieron los tintos, como el Carmenere Reserva del valle de Colchagua, en su cosecha 2005, que nos trajo su intenso color rubí en vista, de gran estructira en boca, peros suave en los retronasales. Un vino guardado 8 meses en barrica de roble francés y premiado en Bruselas, muestra sus notas especiadas, ideal para pastas o guisos. Nosotros lo maridamos con nuestro ají de gallina, pero no funcionó.
Finalmente el monovarietal de Cabernet Sauvignon, Reserva 2004 proveniente del valle del Maipo, cuyos viñedos llegan a las tres décadas, luego de pasar un año en barricas francesas y otro más en botella, para lograr un vino seco de buen balance, con taninos ligeramente dulces en boca y notas de vainilla y menta. Fue un buen acompañante para uno de los mejores lomos saltados que se hacen en Lima, el del restaurante José Antonio. Fue el broche de oro para una noche agradable.
Bien por la viña Undurraga que llega al Perú para buscar un espacio y recuperar el tiempo perdido.
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